Los gatos son vistos como los depredadores por excelencia de los roedores, al menos en la cultura popular. Y es que un estudio que empezó por mera coincidencia terminó revelando que los gatos son muy incompetentes cuando se trata de controlar a las plagas de ratas (al menos los felinos neoyorkinos).
Gatos y ratones son vistos como enemigos naturales. Las cosas siempre han sido claras: los felinos son la peor pesadilla para los roedores. Es una idea tan arraigada en el imaginario popular y el sentido común que la cultura utilizó la inversión de esta lógica como un recurso para el entretenimiento. Sí, nos referimos al popular dibujo animado “Tom y Jerry“, donde un gato tonto llamado Tom sufría toda clase de trampas y engaños orquestados por un pequeño ratón inteligente y escurridizo llamado Jerry.
De acuerdo con un grupo de científicos de Nueva York, es un hecho comprobado: los gatos son pésimos cazadores de ratas.
Los gatos vs las ratas.
Bueno, al menos así lo sugiere un estudio reciente realizado con estas dos especies. Michael Parsons, el autor principal del estudio de la Universidad Fordham, documentó los hallazgos de la investigación en el periódico científico Frontiers. Al principio, la intención de Parsons era estudiar solamente a los roedores. Pero no a los lindos y blancos ratones de laboratorio, sino a los temibles que abundan en las calles de Nueva York. Hablamos de las horrorosas ratas negras, conocidas en el argot científico como Rattus rattus.
Empezaron dando seguimiento a los animales que habitaban en un centro de reciclaje de desperdicios en Brooklyn, un auténtico paraíso para las ratas. Parsons y compañía capturaron cinco docenas de ratas. Las midieron, las pesaron e implantaron un microchip a cada animal. Posteriormente, las dejaron en libertad y los roedores regresaron al basurero. En la zona del centro de reciclaje más frecuentada por las ratas, los investigadores instalaron una serie de trampas y cámaras que detectaban la presencia de estos animales.
El comportamiento de las ratas.
Los científicos pretendían conocer a fondo el comportamiento de las ratas, que figuran como auténticas plagas en diversas zonas de Nueva York: además de diseminar enfermedades, afectan la infraestructura pública y privada y pueden llegar a invadir tiendas de alimentos, un daño acumulativo que se traduce en afectaciones por millones de dólares para los estadounidenses.
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Fuente. Marcianosmx
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